Derecho a jugar
Para que los niños sordos pasen la mayor parte de su tiempo
jugando y disfrutando, en lugar de destinar casi todo su tiempo
a realizar tratamientos para aprender a pronunciar palabras y
sonidos.
Derecho a participar en las
conversaciones familiares
Para que puedan expresarles sus necesidades y comprender sus
decisiones.
Derecho a disfrutar
de un cuento
Para que los entiendan si son contados a través de una lengua
visual: la lengua de señas argentina.
Derecho a una identidad
Para que el discurso adulto no busque cambiar o disimular su
condición natural.
Derecho a ser tratados
como niños sanos
Para que la comunidad médica comprenda que la sordera no es una
enfermedad y los niños no sean tratados como tales.
Derecho a aprender
Para que accedan a toda la información a través de la lengua de
señas argentina.
Más
sobre los derechos de niñas y niños sord@s... |